A LA ULTIMA GUERRERA
Cuentan que no hablan los ojos, ni los gestos, ni los abrazos, ni la boca con sus susurros, ni con el esplendor la sonrisa, lo cuentan pero no es verdadero.
A mi me han iluminado sus ojos, me han entusiasmado sus gestos, me emociona su boca, me exaltan sus abrazos y me conmueve su sonrisa.
Gracias princesa por tu aroma, tu color de vida, tu figura de mujer.
Gracias a ti, por tu paciencia y confianza, que es mucha, por ser incondicional y seguir a mi lado en los momentos de duda.
ResponderEliminarGracias a ti por llenarme la vida con sorbos de cariño que me hacen seguir adelante pese a todo y a todos.
Y cómo no oler bien, si me perfumas constantemente, corazón, poco mérito mio hay en eso.